Esta semana recibí varias llamadas pidiendo informes para
adiestrar perros y por eso me decidí a escribir al respecto, ya que creo que hay
algunas cosas que los dueños de los perros deben conocer antes de acudir con un
especialista de la conducta animal.
La edad ideal para que un perro comience su educación es el
día en el que entra en tu casa, no importa si tiene dos meses o tiene 5 años.
Lo primero que hay que hacer es marcar tus reglas, dejarle claras las normas de
convivencia para que el perro en su proceso de adaptación conozca las conductas
que son aceptadas en este nuevo hogar. Entre más pequeño inicie su proceso de
adiestramiento será mucho más fácil y rápido de lograr el objetivo , ya que no
hay vicios que corregir, solo enseñar y maniobrar con un cachorro siempre será
más sencillo que el manejo de un perro adulto, por el tamaño, peso y fuerza que
gana al crecer.
Cada perro tiene una
raza o una mezcla que le dará ciertas características heredadas, pero además
tiene un temperamento y carácter. El perro ya trae un “kit” que no cambia con
el entrenamiento, puede moldearse, se le puede inhibir, pueden sus dueños
aprender a manejar ese aspecto de su conducta pero un perro dominante, lo
seguirá siendo aún después de ser entrenado. Los entrenadores no realizamos
magia y transformamos la esencia de cada perro. Lo que cada perro vivió desde
que estaba adentro de su madre, son vivencias que ayudan a su estabilidad,
después, está el trabajo que hagas con ese perro.
El trabajo de
límites es algo que se tiene que reforzar cada día, por eso para un adiestramiento a largo plazo el dueño debe involucrarse. Podría entrenar a tu perro, cobrar, regresarlo a tu casa y saber que en un mes o dos , el perro no obedecerá, y no por que no esté entrenado,sino por que tu no sabes comunicarte con el. No me interesa solo cobrar, me interesa que un perro viva en armonía. Esto requiere constancia y
compromiso por parte del dueño. Por experiencias vividas a lo largo de esta carrera,
hoy en día no trabajo con perros, cuyos dueños no están comprometidos con el
perro. En ocasiones me llaman para pedirme cotizaciones del adiestramiento “solo
quiero que no muerda, no brinque, no ladre, no se haga pipi en casa, que no me
llene de baba y me haga caso cuando lo suelto en el parque” sobra decir que
generalmente estos clientes no quieren dedicar tiempo al adiestramiento y aun
cuando tienen dinero, no quieren invertirlo en una cosa peluda que babea.
Es
ahí cuando me pregunto PARA QUE COMPRARON UN PERRO?
Tannia Puig